Materiales naturales como la madera, el algodón, el cuero o la seda, y artificiales como el poliéster, el PVC, el nailon, el plexiglas o el teflón tienen algo en común: son polímeros. La versatilidad de estos materiales favorece que se desarrollen aplicaciones en campos tan diversos como el sector textil, automovilístico, farmacéutico o informático, y sus posibilidades hacen que los científicos sueñen con innumerables desarrollos que mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, conviene tener en cuenta que buena parte de los polímeros sintéticos proceden del petróleo y que cuando llegan al medio ambiente, en forma de residuos, son contaminantes. Este es, por tanto, uno de los principales retos a los que se enfrentan los expertos en la materia.
Los polímeros importantes, como el poliestireno (PS) o el policloruro de vinilo (PVC),revolucionaron las industrias de aislamientos, embalajes, productos del hogar, revestimientos y textiles. El químico norteamericano Wallace Hume Carothers, trabajando en la empresa DuPont desde 1928, desarrolló un gran número de nuevos polímeros que revolucionaron la industrial textil, como el poliéster, el neopreno, la poliamida o el nailon. La necesidad de nuevos materiales en la Segunda Guerra Mundial contribuyó al avance de los polímeros, obteniéndose por ejemplo caucho sintético, fundamental para elevar la producción de neumáticos. En la segunda mitad del siglo XX, el gran impulso a las investigaciones propiciaba la creación de todo tipo de nuevos materiales poliméricos con propiedades superabsorbentes o conductores de la electricidad. Como la gran mayoría de estos polímeros son maleables al calentarse, se les llama "plásticos", palabra de origen griego que significa que se puede modelar.
Sin embargo, los polímeros también tienen aspectos negativos. Al ser materiales no biodegradables, presentan un grave problema cuando llegan al medio ambiente en forma de residuos. Y como buena parte de ellos provienen del petróleo, contribuyen a la contaminación que esta fuente de energía no renovable genera. Juan Colmenero, del departamento de Física de la Materia Condensada de la Universidad del País Vasco, recuerda que una de las grandes limitaciones de los polímeros es la baja temperatura de utilización, aunque recientemente se han desarrollado nuevos polímeros con temperaturas límite de 300º - 400ºC.
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